Limones

Sí, son limones. Ese cítrico que, al partirlo, nos hace salibar y nos transporta a latitudes cálidas y momentos húmedos, tan frescos y rezumando el agua que han recibido de una tormenta de primavera. Tersos y provocadores, deseables, hermosos a la vista y sugestivos de momentos íntimos posibles. Y por qué no troceados y ligeramente oprimidos a mano, exprimidos con fuerza sobre media docena de conchas finas en La Campana de Málaga o en un gran vaso de cristal ancho, escarchado por fuera y lleno de aroma de ron Palido de los cañaverales de Motril y Almuñecar...... Antonio, por tí. Quedaos en mi terraza de un norte frío y lejano de las playas de El Palo de Málaga. Hacedme soñar y desear.